El sentimiento de vestir los colores de tu país es indescriptible y llevar consigo una marca comprometida con el deporte como Nemocón y Virviescas Asociados es motivo de orgullo.
En este blog les hablaré de lo que fue deportivamente mi mes de marzo y en especial la participación en el clasificatorio mundial donde junto al equipo de Colombia logramos cumplir uno de los objetivos más importantes para este año.
Luego de unas semanas de rehabilitación en Bogotá tras algunas molestias post torneos en Australia, retomé la acción competitiva en Estados Unidos, un ITF 1 Series y un ITF Super Series, en ambos jugué primera ronda, partidos de alto nivel, jugadoras top ten, lo que subía la dificultad de los eventos, pero a su vez enriquecían la experiencia y aprendizajes.
El primer certamen fue el Georgia Open, allí enfrenté a la siembra 8, la japonesa Manami Tanaka, quien me superó por 6-1 y 6-0; posteriormente, en el Cajun Clasicc jugué contra la local, Maylee Phelps, me sentí muy bien en cancha, hubo oportunidad para ganarlo, pero al final quedó en manos de mi rival con un marcador de 1-6, 6-2 y 1-6. Así culminó mi paso por tierra americana y retorné a Bogotá, mi ciudad, para desde allí emprender un nuevo viaje, en el cual, el reto se viviría en equipo.
Con la Selección Colombia de Tenis en silla de ruedas el 12 de marzo nos trasladamos a la capital de Perú, el BNP Paribas World Team Cup Americas Qualification esperaba por nosotros. Cinco días de intensa competencia ante las escuadras de Chile, Ecuador, Canadá y el equipo local, logrando una representación perfecta tras ganar todos los encuentros, quedándonos con el título del certamen y alcanzando el cupo para el Mundial que se llevará a cabo en el mes de mayo en Turquía.
Junto a mi compañera Zuleinny Rodríguez, disputamos las dos primeras confrontaciones frente a Perú y Ecuador, yo fungiendo de raqueta número uno y con la responsabilidad de mantener la hegemonía tricolor; al final, mantuvimos marcadores de 3-0 en cada una de las series. Respecto a los partidos me sentí cómoda, aunque la cancha no era muy agradable; no obstante, el control ante mis contrincantes se dio, logré los objetivos y para las dos confrontaciones restantes descansé; venía con la carga de los torneos anteriores. María Angélica Bernal y Zuly, con toda la jerarquía que representan, fueron las encargadas de cerrar el certamen superando a Chile y Canadá por 3-0 y 2-1, respectivamente.
Ahora nos espera la cita orbital en Antalya, el reto es mayor, pero con este equipo, todas guerreras, comprometidas con nuestra Selección, sabemos que podemos escribir un capítulo importante para la historia del tenis de silla de ruedas colombiano.
Antes del regreso a Bogotá, jugué en Perú la Copa Federación, en este evento llegué a la final en sencillos, la cual enfrenté ante mi compatriota Zuleinny y con un marcador de 4-6 y 0-6 caí, quedándome con el subcampeonato. Seguido viajé a Brasil, allí enfrenté el Curitiba Wheelchair Tennis Open donde igualmente quedé finalista de sencillos, la jugadora local, María Fernanda Alves, mi rival en el último partido.
Estas semanas de competencia me dejaron muchos aprendizajes, la perseverancia es importante, la confianza propia y por tus compañeros cuando vas en equipo nunca puede faltar, pero, por, sobre todo, la pasión y amor con que sales a la cancha a darla todo, no importa si ganas o pierdes si los diste todo, así es para toda la vida, hay que entregarse al máximo para lograr tus sueños.
Información: Johana Martínez
Redacción: Leidy Ospina
Comments